27 septiembre 2011

Transmongoliano: Tercera etapa. Irkutsk y Bolshie Koty

***no se si se veran los acentos y las enyes, si no sorry, ya lo corregiremos...es que el teclado mongol es muy raro***

Nos despierta “Doña Flor”, la señora que comparte zona con nosotros, cuando quedan dos horas para llegar a destino (a las 2:30 hora de Moscú, 7:30 hora de Irkutsk). La mujer lo hace con buena intención, que nos dé tiempo a asearnos, desayunar… pero con el sueño que tenemos sólo queremos dormir un poquito más…
Nos levantamos, desayunamos, recogemos y al llegar a Irkutsk nos hacemos una foto con Julia, intercambiamos mails y le decimos que la esperamos en España. ¡Ha sido un gusto compartir viaje con ella! Nos damos cuenta de que es sábado, ya llevamos más de una semana fuera de casa y se ha pasado rapidísimo aunque también hemos recorrido mucho camino y visto y disfrutado de un montón de experiencias. Ya en Irkustk nos dividimos, unos van a ver si hay suerte y encuentran billetes de tren para Ulan Bator mientras otros van de compras para abastecernos un par de días, pues en Bolshie Koty se supone que no hay tiendas. Sale todo bastante bien y en menos de una hora tenemos todo hecho. Entramos un segundín en internet a ver qué bus hay que pillar para ir al puerto: el 16. Salimos a la calle y mucha gente nos ofrece taxi... no, gracias. Preguntamos a un par de personas y le enseñamos a un conductor el papel con el número y nos indica que estamos en la parada correcta. Al poco para una mashrutka (o como se escriba) una pequeña furgoneta donde caben unas 20 personas que efectivamente es el 16 y va a la estación de “raketa” (hidroala). Llegamos con tiempo pero cuando vamos a la taquilla nos dicen que no hay billetes para Bolshie Koty ni Lystvianka. La señora un poco seca al principio, pero a base de dar la vara nos explica cómo llegar a la estación de autobuses, pues nos dice que la única forma de ir hoy a Bolshie Koty es coger un bus a Lystvianka y luego el ferry (el mismo que sale de aquí pero que no hay plazas) a Bolshie Koty. Salimos del puerto y de repente vemos venir una furgo de esas que es el número 87, el que nos dijo la señora. Vamos corriendo y no llegamos a la parada pero le hacemos el alto y para en medio de la carretera… primero duda pero luego nos dice que sí, que nos subamos que va para allá. Al cabo del rato el conductor nos avisa de que ya estamos, pagamos (en Irkutsk los buses se pagan al bajar) 12 rublos por persona y a buscar la estación de autobuses… preguntamos pero nadie sabe nada… una señora nos dice que si vamos a Lystvianka hay que coger una mashrutka y no señala un parking. Llegamos y hay muchas furgos, un señor nos pregunta, nos dice que vale 100 rublos por persona y aunque dudamos nos subimos. Luego vemos que se suben muchos locales ya que al parecer es un servicio (a lo mejor algo piratilla, no sabemos) paralelo a los buses normales. Preguntamos que cuando sale porque vamos pillados de tiempo y nos dice que cuando se llene. Salimos en 10 minutos pero nos dice que el trayecto es más de una hora... vamos que por poco no nos va a dar tiempo a coger el ferry en Lystvianka, pues sale en 55 minutos… Hacemos todo el camino pensando en cómo vamos a llegar a Bolshie koty. Una opción es andando, hay como una ruta de unas 5 horas por un camino paralelo a la costa que no tiene mala pinta, pero a lo mejor con los mochilones se hace complicado… otra opción es llamar a Alexei, el chico de la casa donde nos quedamos, que nos dijo que podía buscar un bote para cuatro personas… ya veremos. Mientras continua el viaje, el conductor va de rally, nosotros vamos con los mochilones encima para no ocupar sitio, apretujados, y todo el rato dando botes… a todo esto Vane va con 6 huevos en una bolsa de plástico que hemos comprado esta mañana… no sabemos si llegarán a destino… aún así conseguimos dormirnos un rato. Llegamos a las 12.50 a Lystvianka, y el ferry salía a y media. Vane va a información y Javi se va a preguntar a los barcos que hay por ahí… de repente nos llama a voces. Corred, corred… echamos a correr con las mochilas ¡Dios, qué día! ¡Esto parece Pekín Exprés!) Y vemos que el barco a nuestro destino está saliendo ahora pero nos dicen que subamos… ¿Por dónde si ya está separado del muelle? De repente la tía del barco nos dice que vuelven a por nosotros, que nos acerquemos a otros barcos que hay amarrados, uno al lado de otro (son tres), los crucemos, que ellos acercan el hidroala al otro lado… ¡madre mía! El dueño del primer barco nos pregunta que dónde vamos, le hacemos el gesto de que a cruzar, cruzamos a toda prisa y saltamos al barco en marcha… ¡prueba superada! Estamos dentro. Todo el mundo nos mira. Un chico se acerca a preguntarnos si realmente sabemos dónde va ese barco ya que piensa que hemos subido sin mirar… Una vez arriba pagamos 250 rublos por persona (lo que nos habían dicho que valía gente que había venido antes) y respiramos tranquilos mientras no podemos parar de reírnos. Nos damos cuenta que estamos en el Lago Baikal. ¡Con tanto estrés apenas habíamos reparado en ello! Una sensación de alegría e ilusión nos invade… es uno de los lugares más esperados del viaje. El lago más profundo del mundo… dicen que alberga un 20% de todo el agua dulce de la tierra… parece el mar No se ve nada más que agua. 
 
¡Hace un día espectacular, nada de frío y un sol espléndido! Llegamos en media horita y en el muelle nos espera Alexei, el chico de la casa. La casa está a tres minutos del muelle, bueno, es que esto es muy pequeño… es cómo un montón de casas de madera diseminadas aleatoriamente, sin calles, sin coches, sin servicios… pero con mucho encanto. El sitio se llama Lesnaya 7 y nos alojamos en una cabañita de madera que tiene un espacio común con mesa, taburetes, una placa para cocinar y una jarra de esas para hervir agua que no me acuerdo como se llama… luego hay dos habitaciones con dos camas de madera en cada una con un colchoncillo como los del tren. El sitio es bastante básico, pero a nosotros que nos adaptamos a tó pues nos parece suficiente por 14 euros por persona y día. 
 
Hay otra cabañita para alquilar, y luego otra estancia con cocina y otra con una ducha con sauna típica rusa (banya). El baño algo peculiar, una caseta con un urinario y un inodoro sin cadena que parece los típicos WC químicos que ponen en valencia en Fallas, o cuando viene el papa, pero sin lo químico… o como los que había antiguamente en La Encina. Vamos, que parece que del fondo va a salir un monstruo en cualquier momento.
Descargamos y nos vamos a dar un paseo por los alrededores, compramos agua y unas birras en una pequeña “tienda” que es como parte de una casa (como “casa Marcial” para los de mi pueblo) y cuando nos disponemos a comenzar nuestra ruta nos encontramos con un grupo de rusos con mesas de camping que se están dando una comilona espectacular… empiezan a llamarnos y les damos las gracias y pensamos seguir andando, pero insisten tanto que al final nos acercamos… están como de comida de empresa haciendo un picnic aquí (parece un buen sitio para trabajar). Nos invitan a carne a la brasa riquísima, a frutas y a Whisky! (puag!) nos preguntan un montón de cosas y gracias a que hay una niña que sabe algo de inglés nos entendemos). A Javi le regalan una corbata de plástico de colorines (no sé porqué no es la primera vez que le regalan una corbata en el extranjero) y estamos un rato de risas antes de seguir nuestra ruta. Nos hacemos unas foticos… ¡mirad que chala!
Nos despedimos y empezamos a andar por unas sendas que van paralelas al lago… nos encantan las vistas, hacemos millones de fotos. Acabamos en una especie de playa de piedrecitas y sin dudarlo ni un momento Javi, Vane y Pablo ¡se meten en el Baikal! Rubén sólo se anima a meterse hasta las rodillas, pero los demás se bañan enteritos… alguno/s de ellos incluso como vinieron al mundo... A mí no me dejan bañarme, dicen que me floreceré… de todos modos el agua está congeladíiisima. Pero estos tan contentos porque gracias a este baño van a vivir 25 años más… angelicos!
Nos hacemos unos sándwiches en la playa y después de comer seguimos ruta…
 
pasamos por una zona que parece una comuna hippie de verano, pero ahora apenas vemos gente por aquí.
 
Cartel de bienvenida a la "comuna". me veis?

Volvemos a casa, súper ducha al canto (ya tocaba después de una semana) pero como la sauna está al lado de la ducha hace ya un calor en la ducha que parece la propia sauna… Está Alexei con una amiga (creemos que les hemos cortado el rollo). Nos duchamos a conciencia, y ¡a nuestra casita! preparamos la cena “deconstrucción de tortilla de patatas (por cierto, sólo se rompió un huevo en el trayecto hasta aquí) ¡no está mal para el tute que llevaron!), noodles, y un queso maliiiiisimo (vamos, que no sabía a ná) que habíamos comprado sin saber lo que era. Por fin nos decidimos a probar el vodka con pepinillos, también la variante chupito de vodka+chupito de caldo de pepinillos, o chupito de vodka+zumo de pomelo (para atenuar ese sabor a colonia o alcohol del botiquín del vodka).
 
Habíamos comprado la botella hace algunos días para confraternizar con la gente en el tren según la teoría esa de que los rusos beben vodka a todas horas… pero nada más lejos de la realidad. Aún no hemos visto a ninguno… eso sí, birra beben un montón, todo el rato sin parar). Jugamos unas partidas de brandi dog, con una nueva regla: si te mataban tenías que beber un chupito de vodka, y así, a lo tonto a lo tonto nos acabamos la botella. Nos acostamos y al día siguiente nos despertamos más bien tardecito. Hace buen día, desayunamos y nos acercamos al lago a hacernos fotos en el muelle, y a sentarnos a disfrutar del entorno.
 
Javi se va a correr por la orilla del Baikal y a disfrutar de una experiencia única y al volver, él y Pablo descubren un sitio para tomar “el aperitivo” con música de los de aquí…
 
 y de ahí a casa a prepararnos la comida, comer y recoger, que a las 18.00 salía el barco.
Llegamos a las 17:40 al muelle y hay bastante gente esperando, nos subimos al barco, pagamos directamente allí y hacemos el trayecto de pie como un montón de gente más (nos ha explicado Alexei que suele ser muy difícil coger el ferry en Irkutsk, porque hay taquillas y sólo dan las plazas reales del barco, pero que a partir de Lystvianka los que gestionan el barco te dejan subirte aunque no haya plazas, les pagas a ellos y se quedan con la pastuqui… y lo mismo ocurre de vuelta. Hay mucha gente con billete y plaza para sentarse, pero otros tantos que vamos de pie y pagamos los 250 rublos in situ… ¡menudo negocio han hecho hoy! Y es que por lo visto este es el último ferry de la temporada.
Ya en Lystvianka vemos un montón de gente haciendo cola para volver a Irkutsk, decidimos dar un paseo y nos acercamos a una especie de mercadillo que hay donde tienen peces ahumados (el famoso Omul del Baikal) y compramos un par de peces y un poco de pan. 
 
Vamos a la cola del bus para ir a Irkutsk. Van llegando mashrutkas y se va subiendo gente y cuando ya estamos los primeros para la siguiente... de repente dejan de pasar… estamos unas 20 personas esperando más de hora y media y nada… hace un frio polar, humedad, se hace de noche… de repente llega un autobús oficial y la mayor parte de la gente que estaba detrás de nosotros resulta que llevan un billete en la mano y tienen sitio en el bus oficial. (Nosotros no llevábamos porque las mashrutkas se pagan in situ) Nos subimos, pero al no tener billete nos hacen levantarnos para que se sienten los dueños de nuestros sitios… nos bajamos y vemos que había llegado una mashrutka y se ha llenado… genial. Estamos casi solos. Con toda la gente que había esperando… Javi va a preguntar a un taxi cuanto nos cobra, Vane se queda en la puerta del bus poniendo cara de pena, pues dentro hay gente de pie que tampoco tenía billete… al final nos dejan subir pagando el ticket directamente al conductor (otro negocio) y nos embutimos con las mochilas superapretados, pero de verdad, a presión. Parece que no cabe más gente… pues aún para por el camino y se sube otro más. Nos espera una hora y media de pie, pero nos da igual… veíamos que nos quedábamos en Lystvianka así que no nos molesta el viaje. Conocemos a una chica que le dice al conductor que nos pare en el centro y la gente se lleva las manos a la cabeza porque queremos pasear por el centro… y con razón. Llegamos y estaba todo un poco abandonado, había poca gente y no sabíamos muy bien donde estábamos… nos ayudan y nos explican que el tranvía 1 va al centro y a la estación. Decidimos irnos directamente a la estación ya que no hay mucha gente por la calle y vamos cargadísimos con las mochilas. ¡Menudo tranvía! ¡¡Parece que tiene doscientos años!! Son las 10:30 de la noche aquí. Cenamos en el bar de la estación sopa, carne y alguna cosa más. Como tenemos que hacer tiempo entramos a internet a dar señales de vida en una cafetería tipo chino de 24 horas que hay saliendo de la estación a mano izquierda (se llama HÖT) y tiene wifi gratis, tomamos tres tés por 50 rublos. También hay wifi en la estación, hay una sala como de descanso con sofás que hay que pagar 60 rublos la hora, pero ahora está cerrado.
Un poco más de espera en la estación, vemos llegar muchos mochileros y a las 4:30 de la mañana nos subimos al tren. Compartimos Kupé (segunda clase) Javi, Vane y yo con unos señores canadienses y Pablo y Rubén con unos rusos.
La provodnitza pasa y nos pide 100 rublos por persona. Nos sabemos por qué. Vane pregunta pero la mujer le dice que se lo está explicando en ruso, pero que si no le entiende… total que pagan (yo no, claro) y ya está. Al rato aparece la mujer con unas tazas de cristal para hacer tés, bolsitas de té, azúcar, galletas saladas, chocolatinas… suponemos que hemos pagado la “propina” por adelantado.
Nos vamos a dormir, es tarde… a la mañana siguiente despertamos en Ulan Ude, última estación rusa antes de la frontera. Bajamos a estirar las piernas. 
 
Vienen unos alemanes al compartimento de Pablo y Rubén que sustituyen a los rusos, parecen más majos que los otros. Los canadienses de nuestro compartimento son un matrimonio jubilado, Barry y Bárbara que parecen bastante majetes. Nos preparamos para pasar un rato en el tren, cruzar las fronteras, etc. Esperemos que vaya bien… seguiremos informando.
¡¡Un beso para todos!!

2 comentarios:

Gerardo dijo...

Yeeeesos chavalicos!!! Nos estamos entreteniendo mucho con vosotros, tened cuidaico por ahí y disfrutad y haced muuuchas fotos. Besicos!

Laura y Ger

Luis Estevan García dijo...

Coincido con Gerardo, nos tenéis muy entretenidos leyendo vuestras aventuras.
Muchos besicos!
Luis.

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