27 septiembre 2011

Transmongoliano: Tercera etapa. Irkutsk y Bolshie Koty

***no se si se veran los acentos y las enyes, si no sorry, ya lo corregiremos...es que el teclado mongol es muy raro***

Nos despierta “Doña Flor”, la señora que comparte zona con nosotros, cuando quedan dos horas para llegar a destino (a las 2:30 hora de Moscú, 7:30 hora de Irkutsk). La mujer lo hace con buena intención, que nos dé tiempo a asearnos, desayunar… pero con el sueño que tenemos sólo queremos dormir un poquito más…
Nos levantamos, desayunamos, recogemos y al llegar a Irkutsk nos hacemos una foto con Julia, intercambiamos mails y le decimos que la esperamos en España. ¡Ha sido un gusto compartir viaje con ella! Nos damos cuenta de que es sábado, ya llevamos más de una semana fuera de casa y se ha pasado rapidísimo aunque también hemos recorrido mucho camino y visto y disfrutado de un montón de experiencias. Ya en Irkustk nos dividimos, unos van a ver si hay suerte y encuentran billetes de tren para Ulan Bator mientras otros van de compras para abastecernos un par de días, pues en Bolshie Koty se supone que no hay tiendas. Sale todo bastante bien y en menos de una hora tenemos todo hecho. Entramos un segundín en internet a ver qué bus hay que pillar para ir al puerto: el 16. Salimos a la calle y mucha gente nos ofrece taxi... no, gracias. Preguntamos a un par de personas y le enseñamos a un conductor el papel con el número y nos indica que estamos en la parada correcta. Al poco para una mashrutka (o como se escriba) una pequeña furgoneta donde caben unas 20 personas que efectivamente es el 16 y va a la estación de “raketa” (hidroala). Llegamos con tiempo pero cuando vamos a la taquilla nos dicen que no hay billetes para Bolshie Koty ni Lystvianka. La señora un poco seca al principio, pero a base de dar la vara nos explica cómo llegar a la estación de autobuses, pues nos dice que la única forma de ir hoy a Bolshie Koty es coger un bus a Lystvianka y luego el ferry (el mismo que sale de aquí pero que no hay plazas) a Bolshie Koty. Salimos del puerto y de repente vemos venir una furgo de esas que es el número 87, el que nos dijo la señora. Vamos corriendo y no llegamos a la parada pero le hacemos el alto y para en medio de la carretera… primero duda pero luego nos dice que sí, que nos subamos que va para allá. Al cabo del rato el conductor nos avisa de que ya estamos, pagamos (en Irkutsk los buses se pagan al bajar) 12 rublos por persona y a buscar la estación de autobuses… preguntamos pero nadie sabe nada… una señora nos dice que si vamos a Lystvianka hay que coger una mashrutka y no señala un parking. Llegamos y hay muchas furgos, un señor nos pregunta, nos dice que vale 100 rublos por persona y aunque dudamos nos subimos. Luego vemos que se suben muchos locales ya que al parecer es un servicio (a lo mejor algo piratilla, no sabemos) paralelo a los buses normales. Preguntamos que cuando sale porque vamos pillados de tiempo y nos dice que cuando se llene. Salimos en 10 minutos pero nos dice que el trayecto es más de una hora... vamos que por poco no nos va a dar tiempo a coger el ferry en Lystvianka, pues sale en 55 minutos… Hacemos todo el camino pensando en cómo vamos a llegar a Bolshie koty. Una opción es andando, hay como una ruta de unas 5 horas por un camino paralelo a la costa que no tiene mala pinta, pero a lo mejor con los mochilones se hace complicado… otra opción es llamar a Alexei, el chico de la casa donde nos quedamos, que nos dijo que podía buscar un bote para cuatro personas… ya veremos. Mientras continua el viaje, el conductor va de rally, nosotros vamos con los mochilones encima para no ocupar sitio, apretujados, y todo el rato dando botes… a todo esto Vane va con 6 huevos en una bolsa de plástico que hemos comprado esta mañana… no sabemos si llegarán a destino… aún así conseguimos dormirnos un rato. Llegamos a las 12.50 a Lystvianka, y el ferry salía a y media. Vane va a información y Javi se va a preguntar a los barcos que hay por ahí… de repente nos llama a voces. Corred, corred… echamos a correr con las mochilas ¡Dios, qué día! ¡Esto parece Pekín Exprés!) Y vemos que el barco a nuestro destino está saliendo ahora pero nos dicen que subamos… ¿Por dónde si ya está separado del muelle? De repente la tía del barco nos dice que vuelven a por nosotros, que nos acerquemos a otros barcos que hay amarrados, uno al lado de otro (son tres), los crucemos, que ellos acercan el hidroala al otro lado… ¡madre mía! El dueño del primer barco nos pregunta que dónde vamos, le hacemos el gesto de que a cruzar, cruzamos a toda prisa y saltamos al barco en marcha… ¡prueba superada! Estamos dentro. Todo el mundo nos mira. Un chico se acerca a preguntarnos si realmente sabemos dónde va ese barco ya que piensa que hemos subido sin mirar… Una vez arriba pagamos 250 rublos por persona (lo que nos habían dicho que valía gente que había venido antes) y respiramos tranquilos mientras no podemos parar de reírnos. Nos damos cuenta que estamos en el Lago Baikal. ¡Con tanto estrés apenas habíamos reparado en ello! Una sensación de alegría e ilusión nos invade… es uno de los lugares más esperados del viaje. El lago más profundo del mundo… dicen que alberga un 20% de todo el agua dulce de la tierra… parece el mar No se ve nada más que agua. 
 
¡Hace un día espectacular, nada de frío y un sol espléndido! Llegamos en media horita y en el muelle nos espera Alexei, el chico de la casa. La casa está a tres minutos del muelle, bueno, es que esto es muy pequeño… es cómo un montón de casas de madera diseminadas aleatoriamente, sin calles, sin coches, sin servicios… pero con mucho encanto. El sitio se llama Lesnaya 7 y nos alojamos en una cabañita de madera que tiene un espacio común con mesa, taburetes, una placa para cocinar y una jarra de esas para hervir agua que no me acuerdo como se llama… luego hay dos habitaciones con dos camas de madera en cada una con un colchoncillo como los del tren. El sitio es bastante básico, pero a nosotros que nos adaptamos a tó pues nos parece suficiente por 14 euros por persona y día. 
 
Hay otra cabañita para alquilar, y luego otra estancia con cocina y otra con una ducha con sauna típica rusa (banya). El baño algo peculiar, una caseta con un urinario y un inodoro sin cadena que parece los típicos WC químicos que ponen en valencia en Fallas, o cuando viene el papa, pero sin lo químico… o como los que había antiguamente en La Encina. Vamos, que parece que del fondo va a salir un monstruo en cualquier momento.
Descargamos y nos vamos a dar un paseo por los alrededores, compramos agua y unas birras en una pequeña “tienda” que es como parte de una casa (como “casa Marcial” para los de mi pueblo) y cuando nos disponemos a comenzar nuestra ruta nos encontramos con un grupo de rusos con mesas de camping que se están dando una comilona espectacular… empiezan a llamarnos y les damos las gracias y pensamos seguir andando, pero insisten tanto que al final nos acercamos… están como de comida de empresa haciendo un picnic aquí (parece un buen sitio para trabajar). Nos invitan a carne a la brasa riquísima, a frutas y a Whisky! (puag!) nos preguntan un montón de cosas y gracias a que hay una niña que sabe algo de inglés nos entendemos). A Javi le regalan una corbata de plástico de colorines (no sé porqué no es la primera vez que le regalan una corbata en el extranjero) y estamos un rato de risas antes de seguir nuestra ruta. Nos hacemos unas foticos… ¡mirad que chala!
Nos despedimos y empezamos a andar por unas sendas que van paralelas al lago… nos encantan las vistas, hacemos millones de fotos. Acabamos en una especie de playa de piedrecitas y sin dudarlo ni un momento Javi, Vane y Pablo ¡se meten en el Baikal! Rubén sólo se anima a meterse hasta las rodillas, pero los demás se bañan enteritos… alguno/s de ellos incluso como vinieron al mundo... A mí no me dejan bañarme, dicen que me floreceré… de todos modos el agua está congeladíiisima. Pero estos tan contentos porque gracias a este baño van a vivir 25 años más… angelicos!
Nos hacemos unos sándwiches en la playa y después de comer seguimos ruta…
 
pasamos por una zona que parece una comuna hippie de verano, pero ahora apenas vemos gente por aquí.
 
Cartel de bienvenida a la "comuna". me veis?

Volvemos a casa, súper ducha al canto (ya tocaba después de una semana) pero como la sauna está al lado de la ducha hace ya un calor en la ducha que parece la propia sauna… Está Alexei con una amiga (creemos que les hemos cortado el rollo). Nos duchamos a conciencia, y ¡a nuestra casita! preparamos la cena “deconstrucción de tortilla de patatas (por cierto, sólo se rompió un huevo en el trayecto hasta aquí) ¡no está mal para el tute que llevaron!), noodles, y un queso maliiiiisimo (vamos, que no sabía a ná) que habíamos comprado sin saber lo que era. Por fin nos decidimos a probar el vodka con pepinillos, también la variante chupito de vodka+chupito de caldo de pepinillos, o chupito de vodka+zumo de pomelo (para atenuar ese sabor a colonia o alcohol del botiquín del vodka).
 
Habíamos comprado la botella hace algunos días para confraternizar con la gente en el tren según la teoría esa de que los rusos beben vodka a todas horas… pero nada más lejos de la realidad. Aún no hemos visto a ninguno… eso sí, birra beben un montón, todo el rato sin parar). Jugamos unas partidas de brandi dog, con una nueva regla: si te mataban tenías que beber un chupito de vodka, y así, a lo tonto a lo tonto nos acabamos la botella. Nos acostamos y al día siguiente nos despertamos más bien tardecito. Hace buen día, desayunamos y nos acercamos al lago a hacernos fotos en el muelle, y a sentarnos a disfrutar del entorno.
 
Javi se va a correr por la orilla del Baikal y a disfrutar de una experiencia única y al volver, él y Pablo descubren un sitio para tomar “el aperitivo” con música de los de aquí…
 
 y de ahí a casa a prepararnos la comida, comer y recoger, que a las 18.00 salía el barco.
Llegamos a las 17:40 al muelle y hay bastante gente esperando, nos subimos al barco, pagamos directamente allí y hacemos el trayecto de pie como un montón de gente más (nos ha explicado Alexei que suele ser muy difícil coger el ferry en Irkutsk, porque hay taquillas y sólo dan las plazas reales del barco, pero que a partir de Lystvianka los que gestionan el barco te dejan subirte aunque no haya plazas, les pagas a ellos y se quedan con la pastuqui… y lo mismo ocurre de vuelta. Hay mucha gente con billete y plaza para sentarse, pero otros tantos que vamos de pie y pagamos los 250 rublos in situ… ¡menudo negocio han hecho hoy! Y es que por lo visto este es el último ferry de la temporada.
Ya en Lystvianka vemos un montón de gente haciendo cola para volver a Irkutsk, decidimos dar un paseo y nos acercamos a una especie de mercadillo que hay donde tienen peces ahumados (el famoso Omul del Baikal) y compramos un par de peces y un poco de pan. 
 
Vamos a la cola del bus para ir a Irkutsk. Van llegando mashrutkas y se va subiendo gente y cuando ya estamos los primeros para la siguiente... de repente dejan de pasar… estamos unas 20 personas esperando más de hora y media y nada… hace un frio polar, humedad, se hace de noche… de repente llega un autobús oficial y la mayor parte de la gente que estaba detrás de nosotros resulta que llevan un billete en la mano y tienen sitio en el bus oficial. (Nosotros no llevábamos porque las mashrutkas se pagan in situ) Nos subimos, pero al no tener billete nos hacen levantarnos para que se sienten los dueños de nuestros sitios… nos bajamos y vemos que había llegado una mashrutka y se ha llenado… genial. Estamos casi solos. Con toda la gente que había esperando… Javi va a preguntar a un taxi cuanto nos cobra, Vane se queda en la puerta del bus poniendo cara de pena, pues dentro hay gente de pie que tampoco tenía billete… al final nos dejan subir pagando el ticket directamente al conductor (otro negocio) y nos embutimos con las mochilas superapretados, pero de verdad, a presión. Parece que no cabe más gente… pues aún para por el camino y se sube otro más. Nos espera una hora y media de pie, pero nos da igual… veíamos que nos quedábamos en Lystvianka así que no nos molesta el viaje. Conocemos a una chica que le dice al conductor que nos pare en el centro y la gente se lleva las manos a la cabeza porque queremos pasear por el centro… y con razón. Llegamos y estaba todo un poco abandonado, había poca gente y no sabíamos muy bien donde estábamos… nos ayudan y nos explican que el tranvía 1 va al centro y a la estación. Decidimos irnos directamente a la estación ya que no hay mucha gente por la calle y vamos cargadísimos con las mochilas. ¡Menudo tranvía! ¡¡Parece que tiene doscientos años!! Son las 10:30 de la noche aquí. Cenamos en el bar de la estación sopa, carne y alguna cosa más. Como tenemos que hacer tiempo entramos a internet a dar señales de vida en una cafetería tipo chino de 24 horas que hay saliendo de la estación a mano izquierda (se llama HÖT) y tiene wifi gratis, tomamos tres tés por 50 rublos. También hay wifi en la estación, hay una sala como de descanso con sofás que hay que pagar 60 rublos la hora, pero ahora está cerrado.
Un poco más de espera en la estación, vemos llegar muchos mochileros y a las 4:30 de la mañana nos subimos al tren. Compartimos Kupé (segunda clase) Javi, Vane y yo con unos señores canadienses y Pablo y Rubén con unos rusos.
La provodnitza pasa y nos pide 100 rublos por persona. Nos sabemos por qué. Vane pregunta pero la mujer le dice que se lo está explicando en ruso, pero que si no le entiende… total que pagan (yo no, claro) y ya está. Al rato aparece la mujer con unas tazas de cristal para hacer tés, bolsitas de té, azúcar, galletas saladas, chocolatinas… suponemos que hemos pagado la “propina” por adelantado.
Nos vamos a dormir, es tarde… a la mañana siguiente despertamos en Ulan Ude, última estación rusa antes de la frontera. Bajamos a estirar las piernas. 
 
Vienen unos alemanes al compartimento de Pablo y Rubén que sustituyen a los rusos, parecen más majos que los otros. Los canadienses de nuestro compartimento son un matrimonio jubilado, Barry y Bárbara que parecen bastante majetes. Nos preparamos para pasar un rato en el tren, cruzar las fronteras, etc. Esperemos que vaya bien… seguiremos informando.
¡¡Un beso para todos!!

25 septiembre 2011

Transmongoliano. Segundo asalto: de Moscú a Irkutsk

Pues aquí estamos de nuevo desde el tren.  Vaya aventurilla!!
Nos quedamos de camino a Yekaterimburgo, ¿no? Bueno, pues llegamos por la mañana, a eso de las 11:30 o así… el cielo gris plomizo nos acompaña desde el primer día. Dejamos las cosas en la consigna (¡¡vaya pintas!) y empezamos la ruta por la ciudad.  Esta ciudad es famosa por ser donde asesinaron a los últimos Zares, los Romanov, en 1918. Y está todo lo montado alrededor de eso. Hay una iglesia en el sitio exacto donde los mataron (Iglesia de la Sangre Derramada), y un memorial al lado. Callejeamos  por la ciudad, paseamos por una calle peatonal con muchas tiendas y entramos a un bar con internet, desde donde colgué el último post…  La especialidad son los rollos de canela, los que conozcáis a Rubén imaginaros lo que le moló. Seguimos paseando por  el centro, vimos  alguna iglesia más ortodoxa, el ayuntamiento,… la verdad es que las iglesias ortodoxas son tan diferentes de lo que estamos acostumbrados!
Comenzó a llover y entramos a una panadería a comprar algo de comer arriesgamos y acertamos…más o menos: una cosa de carne y la otra de manzana. Pero estaba todo bueno.  Fuimos a la oficina de turismo, a preguntar cómo se iba a Ganina Yama, un monasterio que queríamos visitar y que es de lo más turístico, pero no lo tenían muy claro. Nos mandaron a la estación de tren a preguntar. Cogimos el metro y preguntamos a un poli… nos dijo que pilláramos “un autobús”. Al final a base de preguntar con el nombre de sitio escrito en un  papel conseguimos  saber que bus llegaba al monasterio. El número 017, que se coge justo en frente de la estación a mano derecha  (ya os pondré una foto por si alguien va, que le sea fácil de encontrar) Vale 23 rublos por persona, y es una furgo pequeña que tarda más de una hora en llegar porque pillamos un atasco espectacular.. Al final cuando llegamos al complejo monástico podíamos quedarnos 20 minutos o dos horas y media, porque esos eran los horarios de los buses de vuelta…estaban cerrando así es que nos dimos un paseo y nos volvimos a la ciudad.


  
Es bastante interesante porque se ve que es un sitio de peregrinación construido hace unos 11 años que para la iglesia ortodoxa es muy importante porque entienden que ahí se conservan los restos de los Romanov (después de muertos se los llevaron al bosque y ahí los quemaron, y es en ese punto donde han construido el monasterio) aunque hemos leído que los restos se encuentran enterrados en San Petersburgo… un lio, vamos.
Cenamos en un bareto de dudosa apariencia al lado de la estación  cosas del lugar: sopa, brochetas, carne gratinada… estaba bueno. Hicimos algo de tiempo y al tren, donde coincidimos con cuatro españoles que están haciendo una ruta parecida a la nuestra pero un mes en vez de tres semanas… nos tocó un tren nuevecito y nuestra primera experiencia en tercera clase fue bastante buena. Es un vagón donde duermen unas 60 personas en literas dobles… son como compartimentos de cuatro (dos literas dobles perpendiculares al sentido del tren, un pasillo, y una litera paralela al pasillo. Todo sin cerrar. A lo mejor con la foto que os pongo os podéis hacer una idea…  no estuvo mal, dormimos bastante bien.
Al día siguiente llegamos a Tobolsk tempranito, y nos costó un rato pero conseguimos comprar los billetes para nuestro siguiente trayecto. Llegar a Irkutsk previa parada en Tyumen. Javi hizo unos dibujitos, se escribió unas palabritas, se hizo colega de la taquillera e incluso le pidió las sábanas para el tren. Después dejamos las cosas en la consigna, que aquí es de taquillas y se paga por taquilla, no por bulto. De hecho pagamos 4 y como cabían en tres nos devolvieron el dinero de una y todo!
Tobolsk fue la primera capital de Siberia, y aunque no está en la línea principal del Transmongoliano nosotros decidimos desviarnos porque pensamos que podía ser interesante conocerla, y la verdad es que no nos decepcionó. Cogimos el bus número 20 al centro. Y había unas señoras que no paraban de reírse con nosotros intentando entendernos, al final hasta le dijeron al conductor que nos parara en el centro (El centro de Tobolsk está a unos 10km de la estación)  acabamos  haciéndonos unas fotos con ellas y todo. Visitamos el “Old Town” que son casa de madera dispersas, calles sin asfaltar y sin servicios… (Sacan el agua de fuentes de esas que hay que bombear). Hay un montón de iglesias que están para restaurar pero se ve que llevan años así…

hay una mezquita, una iglesia católica.... pero nos cuesta muchiiisimo encontrar un bar para hacer un desayuno-almuerzo… al final encontramos uno en frente del museo del zar Nicolás II.  Salió el sol por primera vez y llegamos a ponernos en manga corta y todo!!  Cuando íbamos andando por la ciudad vieja Javi se asomó a un edificio pensando que era el Casa de la Cultura Tártara Siberiana, se acercó un conserje, luego otra señora con un montón de dientes de oro, y nos invitaron a pasar y nos enseñaron el edificio, que resultó ser el colegio más antiguo de la ciudad, donde Mendeleiev (el de la tabla periódica) fue director. Tienen un pequeño museo de antigüedades, nos enseñan orgullosas su salón de actos y el resto de instalaciones. Estuvieron buscando todo el rato alguien que hablara inglés pero no había nadie en ese momento… Pero entre signos y gestos nos acabamos entendiendo. Acabamos la visita muy agradecidos y seguimos ruta. Entramos en la Iglesia del Arcángel Miguel, y subimos hacia el kremlin. Visitamos el kremlin, donde hay un museo, la iglesia de Santa Sofía (que está cerrada), una pequeñita que es la de  la Intercesión (entramos y estaban rezando o en misa), una cárcel y otras edificaciones. Hay un paseo alrededor de la muralla desde donde se contemplan unas vistas estupendas de la ciudad vieja y el río Yrtysh.

El kremlin y sus alrededores están  muy cuidados, pero solo la parte que se ve, pues paseando por detrás se veía que alguno de los edificios están sólo restaurados por delante.



Tobolsk es una ciudad de contrastes,  realmente parecen dos ciudades diferentes, Rubén dice que dos países… la parte vieja parece haberse quedado anclada en sus orígenes, parece un pueblo rural antiguo, mientras que la parte alta se asemeja más a una ciudad de la época soviética,  abundan los edificios altos pero mal conservados, el transporte público funciona con normalidad pero son autobuses destartalados, hay tiendas, y las calles están medio asfaltadas. Todo tiene un aire de ciudad decadente en esta zona, y los servicios  son “reguleros”. De hecho de repente comenzó a llover… (¡Con el sol que hacía!) Y las calles se inundaron de agua (la red de saneamiento no funciona muy allá).  Estuvimos buscando un sitio para comer por la parte nueva  pero tampoco vimos nada... Al final compramos cosas en un súper y comemos en unos bancos de un jardín)

Después de mucho buscar encontramos un barecito para tomar una cervecilla antes de ir de compras para abastecernos de comida para el tren, hay que desayunar, comer y cenar  dos días y amenizar las 50 horas que nos esperan de viaje. Volvemos a la estación en el bus 4, sacamos las cosas de la consigna y nos despedimos de los  españoles, que cogen otro tren.  Subimos a un tren bastante más viejuno  y compartimos espacio, de nuevo en Platskartni (tercera clase) con dos tíos que hablan alguna palabra de inglés… Vane y Yo nos dormimos, y Pablo, Javi  y Rubén alternan con sus colegas, ven fotos y hasta comparten comida, también aparece un marinero moldavo que sabía algo de español ero que era muy muy pesado y chillaba mucho…menos mal que se fue pronto. A la 1:20 de la noche bajamos en Tyumen, nos despedimos, esperamos media horita y nos subimos a otro tren, este sí, 50 horas destino Irkutsk, de nuevo en Platskartni. No nos han tocado las 4 plazas juntas, no había. Así es que compartimos espacio con un señor chino con cara seria y una señora que ronca más que Pablo y Rubén juntos… prfff ya veremos si dormimos.  Finalmente entre que dejamos las mochilas etc. la señora cambia de posición y deja de roncar… aprovechamos el momento y caemos KO.
Nos despertamos poco a poco y comienzan a pasar las horas en el tren. Creíamos  que nos aburriríamos, nos habíamos traído un libro cada uno, el brandi dog, pelis y series en el ordenador…incluso alguna cosa de curro… pero no nos da tiempo de nada. Esto es mucho más entretenido de lo que nos imaginábamos. Desayunamos, nos aseamos, vemos el paisaje, observamos a las distintas personas que suben y bajan de las estaciones, distintos rasgos, distintas culturas, algunos más europeos, otros más asiáticos… en nuestro vagón somos los únicos extranjeros. Algunos nos observan con curiosidad, otros nos preguntan de dónde somos con un “Ja Ruski”, y nos señalan para que les expliquemos de dónde venimos. Decimos spanii, o spanski… y se preguntan qué hacemos aquí.  Pasa por nuestro espacio compartido, después de la señora que ronca, un chico muy callado que se bebe cuatro birras en un ratico, un jugador de hockey que además es francotirador del ejército,  una señora que primero parece tímida pero poco a poco se ha ido soltando (serán las birras, que también se ha bebido alguna que otra) y se ha empeñado en hacerse varias fotos conmigo…
A nuestro lado se sienta  Julia, una periodista de 26 años que se defiende en inglés dignamente y que nos explica muchas cosas de su país y nos hace de traductora con otras personas. Nos preguntan cosas curiosas como si los españoles pensamos que en Rusia hay osos por la calle o si creemos que es un país con alto índice de criminalidad.
El tren es el más viejuno que nos ha tocado, los baños son dignos de ver… hay dos mujeres que se encargan de cada vagón por turnos: una de mañana y una de noches. Cierran los baños cuando llegamos a una estación (porque estos baños son de los de agujero que cae todo a la vía), limpian el vagón cuatro veces al día con una escoba corta de paja mojada y un pseudomocho que es una T de madera con un trapo enganchado por abajo.  También se encargan de tener el samovar operativo(que es una especie de termo que contiene agua casi hirviendo), pues aquí todo el mundo lleva tazas incluso de cristal o cerámica y té para amenizar el viaje, y no paran de ir y venir llenándolas. Algunos están todo el día comiendo noodles, que vienen en unos cuencos de poliestireno que se llenan de agua y en tres minutos están cocinados. Por supuesto que nosotros también llevamos noodles para comer y cenar y tazas, peo las nuestras son metálicas, de esas de ir al monte. Además llevamos todos  un kit de ropa cómoda y chanclas para el tren. Como veis estamos totalmente integrados…
Entre conversaciones, paradas en estaciones en las que bajamos a ver qué hay por el andén, tés, cervezas y algún que otro snack pasan las horas sin que nos enteremos.  Hemos bajado en un montón de sitios; Omsk, Novosibirsk, Krasnoyarsk… hasta que por fin, en una pequeña estación  nos topamos con un montón de abuelitas vendiendo cosas de comer con el género en una manta sobre el suelo… tienen patatas hervidas, huevos duros, pescados secos,  mil cosas fritas y empanadas… compramos unos blinis de nosabemosqué y un snack ahumado que probaron el otro día Pablo, Javi y Rubén y pensamos que es carne de vaca.

La señora de al lado (Elena) nos propone comprar una especie de piñones que se parten con la boca... está bueno y nos compra una bolsa que nos cuesta 100 rublos. También se acerca cuando estamos comprando el snack y regatea con la vendedora, sacándole 10 rublos de ahorro. Cuando llegamos arriba preguntamos que es lo que  hemos comprado y nos dicen que queso ahumado. Pensamos que no nos estamos entendiendo, convencidos de que es carne… pero no, finalmente es así… es queso. Qué pelotazo.
Elena se empeña en que le enseñemos fotos de la familia… pero solo hay fotos mías en el ordenador, en el pirineo, en suiza… vamos las que tengo en el facebook que todos conocéis) al final encontramos alguna foto de las familias para que os vean… dice que sois muy atractivos :)
Cuando lleguemos a Irkutsk serán 5 horas más que en Moscú, así es que poco a poco vamos adaptando nuestros horarios de comidas y horas de sueño para no notar mucho cambio cuando lleguemos, que serán las 4:36 de la mañana en Moscú y las 9:36 en Irkutsk. Esto de los horarios es un poco de lío porque todos los trenes se rigen por el horario de Moscú, y en las estaciones tienen dos relojes, una con el horario local y otro con el horario moscovita. Los billetes y las paradas aparecen en horario de Moscú.
Ahora son las 17:00 en España, las 19.00 en Moscú y las 00:00 en Irkutsk, así es que nos vamos a  dormir!!

20 septiembre 2011

Transmongoliano. Primera etapa. Moscú

Hola a todos desde el tren!!!
Estamos en algún lugar entre Moscú y Yekaterimburgo… la verdad es que el tren tiene su encanto, es viejuno pero no se cae a trozos… Pero mejor empiezo desde  el  principio:
Salimos desde Zaragoza (equipo A) y Valencia (Equipo B), (ya se ha picado Rubén que quiere ser  Equipo A… pero como aquí escribo yo…pues nada, ellos son B y punto)  aunque la primera etapa parecía sencilla (Llegar a tiempo al Prat) casi no lo conseguimos. El equipo A, en su línea habitual llegó a la estación de autobuses corriendo a las 16:36, cuando el bus salía a las 16:35… por suerte seguía ahí… y ahí estuvo un rato más…  el equipo B llegó a tiempo, pero su tren salió con retraso y a mitad de camino sufrió  una avería en la vía, por lo que acabaron llegando al aeropuerto en Taxi …
Avión de aeroflot  (en asientos separados y con unos compañeros de asiento que no eran precisamente la alegría de la huerta) cenita de a bordo, algunos echaron una siesta… y a las 6 y media llegamos a Moscú Aeropuerto de Sheremetevo.



Compramos los billetes de tren + metro  (350 rublos) y directos a casa de Sacha y Nastia. Llegamos  subimos, llamamos al timbre y no nos contesta nadie… uy uy uy, llamamos tres veces más y nada. Prfff ¿qué hacemos? Buscamos un café con internet para entrar en couchsurfing y buscar su telf.… pos suerte hay uno cerca con wifi, tomamos unos capuchinos (146 rublos c/u) y cogemos su telf., llamamos… contesta Sacha, estaban durmiendo y no se han enterado.. Volvemos y nos reciben con un te… nos enseñan nuestros “aposentos” (dos sofás cama) y desayunamos juntos charrando. Nastia habla Español perfectamente y Sacha se va defendiendo… y si no en Inglés.
Nos vamos de tournée. Primer destino… Teatralnaya.  Vimos el Bolshoi (claro ejemplo de arquitectura neoclásica  con sus columnas, su frontón y su carro de Apolo), el Hotel Metropol (de arquitectura modernista bastante chulo), el edifico de la KGB (que me dio un poco de miedito…  



 también vimos que aquí hay mucho tráfico… que conducen regular (y no sé como  no hay más accidentes en esta ciudad) Pocos pasos de cebra, mucho paso subterráneos, pocas papeleras , muchos policías… ciudad de contrastes, desde luego.
Llegamos callejeando a las Galerías GUM,  un edificio de finales del  Siglo XIX , que son tres galerías cubiertas por arcos de vidrio, fueron nacionalizadas en 1921. 


En época de Stalin se requisaron y convirtieron en oficinas, y hoy está llena de tiendas  de nivel … nos impactó que estaba lleno (pero literalmente) de parejas de recién casados haciéndose las fotos de boda… madre mía, y la calle llena de limusinas, a cual más grande, decoradas con flores y alianzas… de un hortera!!! pero las galerías nos gustaron. Probamos unos helados sin saber de que eran, ahí arriesgando…jeje... pero estaban buenos).  De ahí a la plaza roja, que está al lado, a la que se entra atravesando unos arcos de seguridad (aquí hay arcos de seguridad en todas partes) donde por fin! Vimos la catedral de San Basilio… y es que me hacía mucha ilusión… es como uno de los hitos del viaje, tan distinto de lo que  hemos visto en otros sitios!!!   



Bueno pues me sorprendió… yo me la imaginaba mucho más grande!  La plaza es bastante grande, y tiene a un lado el museo de historia estatal (un imponente edificio rojo), la pequeña catedral de Kazán que es una réplica construida en los años 90, que alberga una copia del Icono de la Virgen de Kazán del XVI… (No sé yo… mucha copia), en la otra punta la catedral de San Basilio, y a los lados las galerías GUM y en frente  parte de la muralla del Kremlin  y el mausoleo de Lenin. Estuvimos un buen rato en la plaza, paseando, haciendo fotos, disfrutando del lugar… vimos que el mausoleo de Lenin  estaba cerrado, y nos acercamos a ver por dentro la catedral. Donde Javi y Vane pudieron entrar con el carnet de estudiante (50 rublos)… el precio normal es de 250 rublos. Se construyó en el siglo XVI, y nos enteramos de que en un primer momento las cúpulas eran doradas hasta que se pintaron en 1670. Ahí vimos varias capillas,  galerías y un coro cantando que sonaba muy bien.  Fuimos paseando por  los jardines Aleksandandrovsky, donde estaba la tumba del soldado desconocido, hasta el Kremlin. (Ahí de nuevo parejas de novios (algunos jovencísimos) depositando el ramo de la novia en la tumba. Mucha parafernalia alrededor (solo dejaban entrar a la pareja, ni siquiera al fotógrafo que iba con ellos). Sacamos entradas para ver el kremlin… exteriores y el interior de las catedrales por 350 rublos cada una. Aquí la tarjeta universitaria de Javi no coló no pone en qué año estudia…) la de Vane sí. Fuimos a comer algo a una zona “subterránea” donde había distintos tipos de puestos de comida rápida y mesas par jalar, en uno de los puestos había birras de barril de medio litro a 50 rublos (1,20€) osea que genial. Probamos blinis, salchichas con queso, ensalada…  no comimos mal.
Entramos al kremlin… lleno de policía, (te obligan a dejar  los bolsos grandes  en consigna pagando un euro por bolso)  Entramos por la Torre Kutafiya, y llegamos paseando a la plaza de las catedrales, Ahí vimos la de la Asunción, que tiene la fachada en obras… es del Siglo XV, tienen cinco cúpulas doradas , la Iglesia del Manto de la Virgen (pequeñita, también del XV) , la torre Campanario de Iván el Terrible (ese sólo por fuera), 
 
la catedral de la Anunciación,  donde hay un montón de iconos de Teófanes  el Griego, la Catedral del Arcángel (llenita de tumbas, mix entre arquitectura renacentista y rusa primitiva.


 

Paseamos por los jardines de alrededor donde abunda la policía cuya misión principal es pitar si te bajas de la acera o cruzas por fuera de un paso de peatones… vimos al campana más grande del mundo (que nunca ha funcionado) y alguna cosilla más… se puso a llover. Es hora de salir. Vienen un montón de tías con tacones (es espectacular los tacones y las plataformas que llevan aquí, verdaderamente espectacular), van a un concierto dentro del Kremlin, en el palacio estatal.
Después de recoger la bolsa de consigna seguimos callejeando y cuando conseguimos cruzar una de las calles de nueve carriles que caracterizan Moscú ( paso subterráneo) nos fuimos a ver la Catedral de Cristo Salvador (será por Catedrales en esta Ciudad). Esta es de antes de ayer, (años 90)  y monumentalmente grande.  Antes había otra y dicen que Stalin la demolió porque iba a construir ahí el palacio de los Soviets, de 500m de alto, pero al final se quedó en excavación y acabó siendo la piscina más grande del mundo (creo). Dentro estaban en misa, o algún otro tipo de celebración que desconocemos… pero había un coro cantando, y mucha gente rezando todas las mujeres con la cabeza cubierta por un velo). Paseando fuimos a la calle Arbat, que es muy famosa. Es peatonal y hay muchas tiendas típicas para turistas, además de artistas callejeros, gente tocando en la calle, cafés, restaurantes… hasta un Mc Donalds!!




nosotros fuimos algo tarde y también había muchos raros, pero  estuvo bien, la verdad.
Volvimos a la plaza roja en metro (aunque eran una o dos paradas, la separación entre las paradas de metro de esta ciudad es espectacular) y la verdad es que merece la pena verlo todo iluminado…  



eso sí, las galerías GUM tienen millones de luces blancas que marcan sus formas (Arcos, cubiertas…) que parece la iluminación de la calle de una falla!. Nos tomamos unas cervecitas con una tapita de pan frito,  cenamos en un puesto callejero unos perritos calientes y para casa a descansar un poco. Tras una ducha y un rato de charreta nos fuimos a dormir y caímos groguis! Ni nos enteramos cuando Sacha y Nastia llegaron a casa!!
Domingo:   Tras despertarnos, y recoger un poco salimos directos a la Plaza Roja, pues queríamos entrar al mausoleo de Lenin. Llegamos a la plaza y nos sorprendió que no se veía nada de cola… que serte tenemos! Nos habían dicho que suele haber mucha cola!! Pero no fue así, es que la fila no se hace dentro de la propia plaza, te tienes que salir y volver a entrar . El acceso se hace entre el museo de historia y la tumba del soldado desconocido, ahí ponen  un control, y van dejando pasar poco a poco. Luego más adelante un arco de seguridad donde, tomad nota los que vayáis a ir! No se puede pasar con bolsos grandes, cámaras, ni con el móvil si lleva cámara de fotos. Hay que dejarlo todo en una consigna. Y si lo metéis todo dentro de una bolsa mejor, pues solo pagareis esa bolsa (40 rublos si pesa menos de 5kg) si no cada móvil son 20 rublos.
Una vez pasas por dentro del arco se pasea por un montón de tumbas y cuando entras al mausoleo hay como un recorrido muy oscuro y solemne, con muchos policías, uno en cada esquina, y un silencio sepulcral.  Lenin da un poco de cosa, parece un muñeco de cera, pero debo decir que impresiona, y si piensas un  poco en la historia más.
Salimos, recogimos el bolso y nos fuimos hacia el río, cuando nos encontramos que en cinco minutos se daba la salida para la maratón de Moscú, así es que allá que fuimos,  a verles salir… con la catedral de Si Basilio de fondo… vaya marco incomparable! Nos llamó la atención que había cada personaje corriendo!! Gente de en torno a 90 años, incluso uno descalzo, otro cargando un saco… vamos una troupe de rarunos, además de los normales…
Después fuimos a tomar una empanadillas a una cadena de comida moscovita (o de nosedonde) que nos triunfaron bastante, y de ahí al mercado de Izmaylovo, que te bajas en la parad a de Partizanskaya y tienes que ir nada más salir hacia a izquierda, no a la derecha… que no encontrábamos el mercado.-.. avanzas un poco medio cuesta abajo y ahí está. 


 
Se pagan 10 Rublos para entrar, aunque dicen que puedes escaquearte entrando por el  parking, peor por 10 rublos…. Pues hemos pagado y ya.
Había un montón de puestos, de cosas de la época soviética, matrioshkas, huevos Fabergé, arte, antigüedades…. De todo. Hemos dotoreado mucho, comprado alguna cosilla, comprado algo y comido por allí… en los puestos a la salida del mercado, Ahí hemos hecho una “amiga rara” que nos chillaba en Ruso y no sabemos si nos quería invitar a birras o qué, porque  no entendíamos nada, y le decíamos cosas del libro de conversación, en plan… “no entiendo ruso” pero la tía ni caso, charra que te charra…
De ahí hemos ido a la universidad  (metro Universitet),
 
(mirad que chulo es el metro en Moscú)

buscando la colina de los gorriones, para ver Moscú desde las alturas… nos ha costado un poco, pero es fácil. Si vas a la puerta principal del edificio más grande de la universidad (una de las siete hermanas de Lenin), comienzas a andar de espaldas al edificio y al fondo se ve Moscú. Al lado hay otra iglesia con cúpulas muy mona, donde también estaban de celebración religiosa, y de ahí hemos bajado paseando hasta el rio, pasando por un salto de esquí, un telesilla… hemos cogido el metro en el Río y en una parada hemos bajado para acercarnos a ver el monasterio de Novodevichy y el cementerio, que está ahí. Hemos llegad a las 18.01 y cerraban a las 18.00, por lo que no hemos visto demasiado… lo que sí que hemos visto es que había partido de futbol… mucha policía (de nuevo) y gente bastante piripi… hemos comprado algo para cenar y comer estos días de tren y para casa. En casa hemos cenado con Sacha, Nastia, y su amiga Valentina. Nastia ha hecho una cosa con maíz, pimientos y marisco muy buena, y Javi una tortilla de patatas que ha triunfado un montón.  Duchita, un té y despedida que nos vamos a la estación…
Llegamos sin dificultad a la estación de Yaroslavsky  y pillamos unas birras para darnos la bienvenida al tren y nos subimos. Ha sido fácil. Todo a la primera. .. en seguida estamos en marcha… qué emoción. El compartimento es pequeño, son dos literas y un hueco estrecho en medio, pero nos apañamos. Nos traen sábanas, toalla, y hay colchón y almohada que se recogen durante el día. Nos quedamos hablando un rato y  nos quedamos KO en seguida.
Hemos dormido de lujo, y aunque hemos pasado un rato solos  en seguida hemos hecho amigos… Mariana, una niña de tres años (Pili! Nos hemos acordado mucho de ti!!) que se empeña en hablarnos a voces  en Ruso a pesar de que le decimos “no entiendo” “soy español” (además de cómo te llamas y cuántos años tienes…) por cierto, tiene un cerdito rosa y claro, nos hemos hecho colegas!...
También Arthur, un señor que viaja con su hija (algo callada) y que bebe birras de 9 grados y se  ha “enamorao” del chorizo español, el padre de Mariana, que me ha pedido que le grabe en el pen drive esto que estoy escribiendo…  en general los trabajadores del tren no parece que disfruten mucho con su trabajo y siempre tienen cara de enfadados y parece que te riñan… menos uno del vagón cafetería que era algo más amable (“el despeinao” lo hemos bautizado)… Pablo ha estado a punto de regalarle su peine…
Acabamos de cenar y nos vamos a la camita. Mañana llegamos a Yekaterimburgo y no sabemos cuando tendremos de nuevo internet… Seguiremos informando! Por ahora estamos encantados!!!! Besos mil

14 septiembre 2011

Transmongoliano. Visados

Nos vamos pasado mañana.
Me duele la barriga.

Os dejo un resumen que ha escrito Pablo sobre lo que nos han costado los visados y como los hemos tramitado por si a alguien le puede servir. Si no tenéis intención de viajar a estos paises creo que este post es un tostón (y no es culpa de Pablo, ¿eh?)


Como ninguno de los que viajamos vivimos en Madrid o en Barcelona hemos tenido que tramitar todos los visados a través de mensajería.

Visado Ruso:

Lo hemos tramitado con www.turismoderusia.es

Después de mirar mucho es la opción más económica que encontramos, aparte de ser también la más cómoda. Cobran 75 € por visado incluida la "carta de invitación" y ellos mismos te ofrecen el servicio de mensajería con MRW por 25 € ida y vuelta. Es muy fácil: Rellenamos el formulario que tienen en su página Web, hicimos el ingreso del importe total en Banco Sabadell y ellos nos enviaron el mensajero de MRW a recoger el sobre con los pasaportes, 2 fotos de carnet por persona, copia de la póliza del seguro de viaje y copia del justificante del ingreso en el Banco Sabadell. Nos lo recogieron el 07/07, a los 2 ó 3 días llamé a www.turismoderusia.es para preguntarles si todo estaba OK y me dijeron que estaban presentados y que les habían dado fecha de recogida el 26/07 en el consulado. El 27/07 a primera hora tenía al mensajero de MRW entregándome los pasaportes con los visados.

Precio total para 4 visados de Rusia: 325 €


- Visado Mongol

Se puede tramitar por mensajería directamente con el consulado de Mongolia en Barcelona. Nosotros enviamos a través de Nacex, con su servicio "antes de las 12:00" (16,51 €) los pasaportes, los formularios rellenados, firmados y con la fotografía pegada, copia de la póliza del seguro de viaje con las coberturas, comprobante de entrada y salida al país (en nuestro caso vuelo de ida a Moscú y vuelo de vuelta desde Pekín), fotocopia del ingreso de las tasas en Caja Madrid (70 € por persona) y un sobre vacío con nuestros datos para devolver los pasaportes una vez concedido el visado. A los 2 días de enviar el sobre, recibimos un mail del Consulado con la fecha de recogida de los pasaportes y el número de grupo asignado y que debe indicar el mensajero al recoger. El día indicado enviamos a Nacex a recoger con su servicio "Antes de las 19:00" por 13,05 € y al día siguiente teníamos los pasaportes con los visados en nuestro poder.

Precios total para 4 visados de Mongolia: 309,56 €



-Visado chino

Lo hemos hecho con Nacex usando su servicio de "tramitaciones oficiales". Enviamos los pasaportes, y los formularios rellenados y firmados y con la foto pegada con el servicio de Nacex "Antes de las 12:00" por 16,51 €. Nacex lo tramita ante el CSSVC (Centro de Servicio para la Solicitud del Visado Chino), servicio por el que cobran 20 € + IVA. En el CSSVC les dicen el día que tienen que pasar a recoger y pagar las tasas. Las tasas por un visado de una entrada son 30 € de tasas del consulado + 35,40 € de tasa de servicio del CSSVC, total 65,40€. Nacex adelanta el dinero y cobra una comisión del 3% + IVA sobre el dinero que adelanta. Una vez recogidos los pasaportes con los visados, Nacex nos los ha devuelto con su servicio "Antes de las 19:00" por 13,05 €. Al recoger el sobre a Nacex, hemos pagado las tasas que adelantaron, el 3% de comisión, 23,60 € del servicio de tramitación y los 13,05 del envío de vuelta. Aun así nos ha salido bastante mas barato que utilizando el "servicio de mensajería" que ofrece el CSSVC exclusivamente con SEUR. Por 4 visados nos hemos ahorrado unos 110 €.

Precio total para 4 visados de China: 323,23 €

Cómo anécdota contaré que nos rechazaron una solicitud de visado chino porque la foto que pusimos no ocupaba la totalidad del hueco prevista para la foto, y se veían algunas letras del fondo…. Javi se tuvo que hacer fotos nuevas, rellenamos el impreso de nuevo y lo enviamos a Nacex para que lo adjuntaran a la otra documentación (el precio de este envío no lo he añadido al coste de visado porque fue una incidencia). Una vez lo recibieron en Madrid el mensajero acudió de nuevo al consulado chino y esta vez lo pudo tramitar sin coste adicional para nosotros.

 ¡¡¡¡A ver si antes de salir entro a despedirme de todos!!!!